Con diálogo evitan a diario que cien pleitos congestionen la justicia
Peleas de vecinos, líos familiares o por dinero se han solucionado en 353 centros de conciliación.
Desde controversias como la de una empresa que compró a otra y en la que estaban en discusión 15 millones de dólares hasta pleitos por cuantías menores entre vecinos se resolvieron el año pasado en los centros de conciliación del país.
Estas situaciones, en donde las partes tenían intereses en común y querían llegar a una solución sin perdedores ni ganadores, son algunas de las 100 que se resuelven cada día en los 353 centros de arbitraje y conciliación del país.
Son dos tipos de centros los que funcionan en Colombia: en derecho y en equidad. Para ambos, es el mismo mecanismo.
La persona que llega al lugar solicita una citación a la parte en discordia. El día de la audiencia, el conciliador les explica los efectos del trámite conciliatorio y cuáles son sus derechos. El conciliador dirige la discusión para que la solución del conflicto sea organizada y termine siendo jurídica y sin inconformismos.
Conciliación en derecho
Durante el 2013, un total de 36.642 pleitos fueron resueltos en derecho, lo que evitó que controversias de familia, vecinos, civiles, comerciales y penales entraran al sistema judicial y aumentaran su congestión.
La cifra de pleitos arreglados es casi la mitad de los 83.118 casosque llegaron a los centros de conciliación de todo el país durante el año pasado, según reveló el último reporte del Sistema de Información de la Conciliación (SIC) del Ministerio de Justicia.
Los 46.476 que quedaron sin resolver corresponden principalmente a la inasistencia de una de las partes (21.318) y a que no se llegó a un acuerdo (16.998).
Otras razones tuvieron que ver con pleitos que fueron retirados de los centros (1.443), que finalizaron en un acuerdo extra (601) o que no fueron conciliables (398).
“Muchas veces el problema está marcado por el manejo de las emociones, que en un tribunal no son relevantes. A un juez no le interesa esa información porque los argumentos son en derecho y es por eso por lo que esta figura es una gran herramienta para la solución de conflictos, porque se entiende a las partes desde lo subjetivo”, dijo José Zuluaga, abogado conciliador en derecho.
Según el informe, de los casos que menos se han demorado en ser conciliados, 13.344 se resolvieron en menos de una semana, 11.594 en un mes y 9.069 tomaron entre dos y tres meses.
Conflictos civiles como compraventas de bienes, arrendamientos, asuntos de responsabilidad civil, deudas o sociedades, el uso de espacios comunes o cuotas alimentarias significan el 69 por ciento de los casos.
Mientras que un 29 por ciento de los ciudadanos atendidos buscaron conciliar asuntos de familia, como separaciones de bienes y cuerpos, establecimiento de cuotas alimentarias, regulación de visitas, declaración de la unión marital de hecho, convivencia familiar y disolución y liquidación de la sociedad patrimonial.
Controversias como la de una mujer a la que una constructora le incumplió con la entrega de su apartamento y en la que alegaba afectación en su proyecto de vida se llegan a resolver gracias a los conciliadores.
“En este caso, más que una compensación de la constructora, valen más el perdón y el entendimiento de la situación por la que atravesaba la mujer”, explicó Zuluaga.
Conciliación en equidad
Aunque el Ministerio de Justicia no tiene cifras consolidadas sobre el número de casos que se fallan en equidad, desde diciembre del año pasado puso en marcha un plan piloto que busca llevar la justicia a los lugares más apartados del país.
Se trata de una casa de justicia móvil, que busca ampliar la cobertura de las que actualmente existen en toda Colombia.
La unidad móvil empezó a rodar el 10 de diciembre del 2013 y, hasta el pasado 4 de julio, ha realizado 31 jornadas diferentes, visitando municipios presentes en 10 departamentos.
En estas casas de justicia, 4.281 personas encontraron solución a sus conflictos. Por lo general, los casos que se atienden son problemas por acuerdos de palabra que se han roto o controversias por linderos en predios.
Para Piedad Zúñiga, viceministra de Justicia, experta en métodos relacionados con solución de conflictos de manera alternativa, parte del éxito de la figura es que las citaciones que salen de estos centros de conciliación atraen a la gente.
“Tengo el pleno convencimiento de que lo que se logró con esta figura fue acceso a la justicia, y esto significa paz. A veces, más que una negociación económica, se logra unir los lazos rotos entre las partes”, aseguró.
Según Iván Andrés Bohórquez, director de uno de los centros de conciliación en Bogotá, el principal aporte de estos es el acceso rápido que tienen los ciudadanos a la justicia. “Aquí se resuelven problemas de todo tipo”, concluye.
Tipos de centros para buscar solución
En todos los casos media entre las partes un tercero, que debe ser neutral.
Hay tres tipos de centros que fallan en derecho: centros de conciliación de consultorios jurídicos de universidades, que manejan cuantías menores; centros de conciliación de entidades públicas, que no cobran y atienden a población vulnerable; y centros privados, que cobran una tarifa establecida según el pleito.
En estos últimos trabajan abogados independientes que obtienen entre un 40 y 60 por ciento de la tarifa que se ha establecido para el conflicto. La conciliación en equidad se presta en las casas de justicia, que orientan al ciudadano sobre sus derechos y le brindan los mecanismos para que pueda acceder a la justicia.
En el país hay 88 casas de justicia en 75 municipios de 28 departamentos; y 29 centros de convivencia en 29 municipios de 15 departamentos.
Un ejemplo al otro lado del mundo
En Singapur (Asia) existe una casa habilitada para que un miembro del Parlamento y voluntarios (expertos en resolución de conflictos) se reúnan con los ciudadanos para ayudarlos a resolver sus problemas.
La mayoría de las sesiones dura hasta pasada la medianoche y las situaciones que tratan van desde problemas con los vecinos por exceso de ruido y dificultades para acceder a créditos de vivienda hasta incumplimiento de un familiar en pago de un préstamo de dinero.
Para acceder a la orientación es necesario tener claro cuál es el inconveniente que se quiere resolver y estar dispuesto a llegar a un acuerdo sin necesidad de ir a un tribunal de justicia.
‘Trabajamos para reconstruir el tejido de amistad que se ha roto’
Elvira Granados de Prada es conciliadora en equidad desde hace 10 años en la localidad de Engativá, en Bogotá. Su trabajo no es remunerado y poco le importa. Dice que trabaja por pasión. Esta mujer de 67 años escuchó hablar de los centros de conciliación por primera vez cuando organizaba el frente de seguridad de su comunidad. En el año 2003 empezó su camino como conciliadora en la Cámara de Comercio de Bogotá, donde recibió capacitación sobre los conceptos y prácticas de conciliación.
Una vez le fue entregado el aval para ejercer como conciliadora en equidad, Elvira no ha parado de trabajar para que en su comunidad los conflictos se arreglen a través del diálogo.
Según dice, lo más importante en esta labor es volver a reconstruir el tejido de amistad que se ha roto entre la partes.
“Cuando llegué a trabajar al centro de conciliación hice una transformación personal y aprendí cómo ayudarle a la comunidad a manejar sus problemas, para que cuando firmemos la paz hayamos hecho un cambio”, aseguró.
Ojala este método se aplique a menudo en casa uno de los hogares, donde sus miembros olvidan usar el dialogo, la negociación para solucionar las diferencias.
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